
Publicado en el DOUE el Dictamen sobre la propuesta de Directiva de unos salarios mínimos adecuados en la UE
Hoy, 9 de junio, se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) el dictamen sobre la «Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre unos salarios mínimos adecuados en la UE».
- Un SMI en toda la UE
La propuesta de Directiva pretende fijar un umbral indicativo a escala de la UE como referencia para el salario mínimo legal en los países en los que este existe.
Desde el CESE (Comité Económico y Social Europe) advierten que teniendo en cuenta que los salarios son un pago por el trabajo realizado, también pueden considerarse otros factores, como el umbral de pobreza, un nivel de vida mínimo digno, el coste de la vida de cada país.
Estos elementos son los factores básicos esenciales en la fijación de salarios mínimos legales y convenidos colectivamente en los países de la UE.
Debe establecerse una clara distinción entre la fijación del salario mínimo y los aumentos salariales.
- Conclusiones y recomendaciones
Entre ellas, destacan las siguientes:
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) concuerda con los objetivos generales de lograr salarios mínimos adecuados y reforzar los sistemas de negociación colectiva en toda la UE, hacer que trabajar sea rentable, luchar contra la pobreza y consolidar el papel de los interlocutores sociales y el diálogo social, con arreglo a los sistemas nacionales de relaciones laborales.
Al CESE le preocupa que la proporción de personas que, aun trabajando, se enfrentan aún a situaciones de pobreza, se haya elevado del 8,3 % del total de la población activa de la UE en 2007 al 9,4 % en 2018, con un impacto significativo en los jóvenes (el 28,1 % de los trabajadores de entre 16 y 24 años se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social), las mujeres, las personas de origen inmigrante, las personas con discapacidad y las que se encuentran en los márgenes del mercado de trabajo.
Estos colectivos ocupan puestos de trabajo más precarios y atípicos, con salarios bajos y menor cobertura de protección social, lo que repercutirá en la sostenibilidad de los sistemas de bienestar a medio y largo plazo.
Deben adoptarse medidas y reformas específicas para garantizar que a los grupos marginados se les proteja de manera suficiente para que no caigan en la pobreza.
Objetivo de la Directiva
La propuesta de Directiva tiene por objeto velar por que los trabajadores de la Unión cuenten con la protección de
unos salarios mínimos adecuados que les permitan vivir dignamente donde quiera que trabajen, y promover la negociación colectiva en la fijación de salarios y, en general, en la determinación de las condiciones laborales en todos los Estados miembros.
El CESE espera que la propuesta de Directiva se diseñe cuidadosamente para respetar las tradiciones nacionales establecidas en este ámbito, y que deje margen de maniobra para la adaptación al contexto nacional en sus obligaciones.
Negociación colectiva, crucial
El CESE subraya que la negociación colectiva constituye la herramienta más eficaz para establecer salarios adecuados y bien adaptados —incluidos los salarios mínimos—, que constituyen un componente esencial de la economía social de mercado.
Principio general de adecuación de los salarios
El CESE apoya tanto unos sistemas de fijación de salarios bien desarrollados como unos regímenes de protección social que funcionen adecuadamente y ofrezcan redes de seguridad a las personas necesitadas, así como otras medidas para prevenir la pobreza de los trabajadores.
El CESE señala que la propuesta de Directiva solo establece el principio general de adecuación de los salarios —basado en valores de referencia no vinculantes estimados para la mediana o la media de los salarios brutos o netos— y no incluye medidas ni disposiciones específicas sobre cómo deben establecerse los salarios a escala nacional, ya que esta tarea sigue siendo competencia exclusiva de los Estados miembros.
Salarios al alza y digitalización
A la hora de fijar los salarios mediante la negociación colectiva con arreglo a la legislación y las prácticas nacionales,
los interlocutores sociales deben tener en cuenta elementos importantes como la competitividad, la productividad, el
desarrollo económico por sectores, la gestión de competencias, los nuevos procesos de producción debidos a la
introducción de nuevas tecnologías, la digitalización y una organización del trabajo diferente y más flexible en
determinados sectores productivos.
El CESE subraya la necesidad de una convergencia salarial al alza, y señala que unos salarios más altos también significan un aumento del consumo y, por tanto, de la demanda interna, con un impacto económico positivo, y que el incremento de los salarios también conduce a mayores ingresos para los sistemas fiscales y de seguridad social. Estos efectos deben analizarse cuidadosamente.