En un informe de iniciativa legislativa —aprobado por 472 votos a favor, 126 en contra y 83 abstenciones—, aprobado ayer, 21 de enero, los eurodiputados piden a la Comisión que proponga una ley para garantizar a los trabajadores el derecho a desconectarse fuera del horario laboral.

También reclaman unos requisitos mínimos para el trabajo a distancia y esclarecer las condiciones laborales y los horarios de trabajo y de descanso.

Los eurodiputados consideran que el mayor uso de herramientas digitales en el trabajo ha generado una cultura de estar «siempre en línea» que repercute negativamente en la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Trabajar desde casa ha sido fundamental para proteger el empleo y los negocios durante la crisis de la COVID-19, pero la combinación de largas jornadas de trabajo y mayores exigencias se ha traducido en un aumento de los cuadros de ansiedad, depresión y agotamiento y de otros problemas de salud mental y física.

El Parlamento Europeo entiende el derecho a la desconexión digital como un derecho fundamental, que permite a la persona dejar de gestionar tareas relacionadas con el trabajo —como llamadas telefónicas, correos electrónicos u otras comunicaciones digitales— fuera de su horario laboral.

Los Estados miembros han de adoptar todas las medidas necesarias para que los trabajadores puedan ejercer este derecho, también mediante su inclusión en los convenios colectivos entre los agentes sociales.

Deben garantizar que ningún trabajador sea discriminado, criticado, despedido u objeto de represalias de ningún tipo ejercerlo.

¿Y en España?

Recordamos que en España el derecho a la desconexión digital está contemplado expresamente en la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales.

A pesar de que entró en vigor hace ya 2 años, el incumplimiento por parte de la mayoría de empresas de su obligación de elaborar y negociar el protocolo (plan) de desconexión digital es masivo.

No obstante, ahora que la Inspección de Trabajo ha empezado a inspeccionar y sancionar a empresas en materia de desconexión digital, esto podría impulsar el cumplimiento de la obligación de elaborar el plan de desconexión.