
Encuesta mundial sobre fraude 2018: el 54% de empresas españolas asegura haber sufrido algún tipo de fraude
Más de la mitad de las empresas españolas ha sido víctima de algún delito económico en los últimos dos años. Así se desprende de la Encuesta mundial sobre fraude y delito económico 2018, que cada dos años elabora PwC a partir de la opinión de más de 7.000 compañías en todo el mundo. Concretamente, según los datos reflejados en la encuesta, el 54% de las empresas españolas asegura haber sufrido algún tipo de fraude económico en los últimos dos años.
Según el estudio, España se sitúa por encima de la media mundial (49%), en línea con los principales países de nuestro entorno, como Reino Unido (50%), Alemania (50%) y Estados Unidos (53%). Desde 2009, el porcentaje de empresas españolas afectadas por fraudes y delitos económicos ha crecido casi veinte puntos –del 35% al 54%-. Este incremento tiene que ver, apuntan los responsables del estudio, con las siguientes variables:
– El desarrollo de las nuevas tecnologías.
– Una mayor implantación y efectividad de los mecanismos de detección.
– La creciente preocupación en las organizaciones por el fraude económico
Fraudes más frecuentes
Los daños para las empresas víctimas de delitos económicos son múltiples: los costes económicos directos -en España el 66% de los encuestados asegura haber tenido pérdidas por encima de los $100.000 como consecuencia del delito más grave experimentado en los últimos dos años-, los costes indirectos -abogados, investigaciones internas, externas, etcétera- y los daños que afectan a otros aspectos de las compañías como la reputación o la percepción de los empleados.
Por otro lado, crece la preocupación por los ciberfraudes. En este sentido, los encuestados consideran que los delitos derivados de los ciberataques van a ir ganando peso significativamente durante los próximos dos años, aumentando tanto en número como en impacto. En parte, esto se explica por el auge de las nuevas tecnologías, las cuales han habilitado a los defraudadores a perseguir objetivos más estratégicos, así como a aumentar la sofisticación y complejidad de sus métodos. Este panorama, destacan los responsables del estudio, reclama una nueva visión por parte de las empresas respecto a la naturaleza polifacética de las ciberamenazas. Pinche aquí para conocer más datos de la encuesta elaborada por PwC.