
Un estudio del INSST analiza el impacto de la COVID-19 en los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo (PST)
Teletrabajo, sedentarismo, salud mental… El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) y la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universidad de Girona han llevado a cabo, dentro del marco de la Red Española de Empresas Saludables (REES), el estudio “Impacto de la COVID-19 en los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo (PST)”.
Entre otros, el estudio incluye:
– Revisión de la evidencia científica disponible en relación con el impacto que ha tenido la COVID-19 en la gestión y ejecución de los programas de PST, y las prácticas e intervenciones adoptadas para prevenir los efectos sobre las personas trabajadoras.
– Un análisis cuantitativo y un análisis cualitativo mediante grupos focales, sobre el impacto de la COVID-19 en los programas de PST, realizados con la participación de empresas y organizaciones de la REES.
– Conclusiones y recomendaciones para facilitar la adaptación de los programas de PST al nuevo entorno derivado de la pandemia de la COVID-19, y la gestión ante posibles crisis sanitarias que puedan aparecer en el futuro.
Los riesgos emergentes del teletrabajo
Entre las conclusiones que arroja el estudio:
1. A raíz de la pandemia han aumentado los niveles de sedentarismo y han aparecido riesgos emergentes derivados del teletrabajo como los debidos a factores ergonómicos
2. El teletrabajo es percibido de forma positiva en relación con el funcionamiento de los programas de PST ya que, el rediseño de ciertas acciones a la modalidad de trabajo no presencial puede aumentar la participación.
No obstante, se perciben riesgos como problemas ergonómicos, de conciliación, relajación de los hábitos saludables, aislamiento o la conexión constante con el mundo laboral y que pueden afectar la salud física y mental de las personas.
Otras conclusiones del estudio
Al margen de la cuestión del teletrabajo, entre las conclusiones del estudio destacan las siguientes:
- La comunicación se percibe mayoritariamente como un elemento clave para la promoción y protección de la salud de las personas trabajadoras
- Las empresas deben prepararse para futuros retos de la PST.
- De forma generalizada, los programas de PST son percibidos como un elemento mitigador del impacto de la pandemia en la empresa.
Se detecta la necesidad de fortalecer los programas de promoción de la salud, por delante de la protección y la prevención que habían imperado hasta el momento, así como adaptar los programas a las nuevas necesidades tanto por su naturaleza (antes más centrados en la salud física, enfocándose ahora más hacia la salud mental) como por la forma de realizarlos (incrementándose la realización de actividades en remoto).
- Se ha producido un cambio en la percepción del concepto de “salud”:
Por un lado, se ha producido un cambio de mirada de la salud laboral hacia la salud de las personas, considerando su entorno personal, familiar y social.
Por otro lado, la pandemia ha puesto en valor la necesidad de una visión más comunitaria de los programas de PST.
- La salud física y mental preocupan ahora más que antes de la pandemia, mostrando un mayor interés tanto las personas como la política y cultura de empresa, lo que implica una perspectiva favorable para la PST. La pandemia ha ayudado a reducir el estigma de la salud mental.
- En relación con otros ámbitos de la PST, la formación e información sobre hábitos saludables, promoción del ejercicio físico, la alimentación saludable y la ergonomía han tenido una percepción de impacto positivo menor.
Sin embargo, no hay que dejar de lado la actuación en estos programas, ya que a raíz de la pandemia han aumentado los niveles de sedentarismo y han aparecido riesgos emergentes derivados del teletrabajo como los debidos a factores ergonómicos.
- La pandemia ha impactado en las acciones previstas en los programas de PST y en el desarrollo de las actividades, en la disponibilidad de recursos para llevarlas a cabo y en los programas de formación previstos. Si bien por un lado no se han podido realizar estos aspectos según lo previsto, se han tratado de adaptar a la situación para mantener las medidas de apoyo a la promoción de la salud de las personas trabajadoras.
Durante la pandemia, se han activado nuevos recursos orientados a la salud, al bienestar y al entorno de las personas que no figuraban en los programas de promoción de la salud de la empresa.
- La formación y la información son dos elementos clave para mitigar el impacto de la pandemia. La información ha tenido un impacto positivo debido a la necesidad de disponer de disposiciones normativas, aplicación de estas, y procedimientos en relación con la forma de actuar frente a la pandemia.